¡¡¡ EL FUTURO METAVERSO LABORAL YA ESTÁ AQUÍ !!!

El Futuro ya está “llamando a la puerta”

 

“Metaverso”: la palabra está compuesta por dos partes: Meta, que significa más allá, y verso, que viene de la palabra universo, así que en términos simples, es algo más allá del Universo… . El metaverso es una extensión del mundo real y tangible en el que nos movemos hoy por hoy. No es un concepto nuevo, pero su aplicación comercial y su viabilidad tecnológica, si es muy muy actual, y por eso su importancia.

Para entenderlo mejor podemos basarnos y extrapolar, por ejemplo, lo que ocurre con “la realidad aumentada” en la que si tienes unas gafas de realidad aumentada si vas por la calle y ves un edificio que te parece interesante tus gafas muestran la información más relevante de ese edificio, o si ves un cartel anunciador de una película con tus gafas puedes ver el trailer completo al mirar dicho poster, si vas a un restaurante podrás ver los platos a través de tus gafas, y escoger el que más te apetece, … Algo así como cuando utilizas Google Maps y puedes acceder a multitud de información referente a la situación concreta: restaurantes, tiendas de todo tipo, medios de transporte,…

 

La diferencia entre el internet de ahora y el internet del metaverso, es que si ahora UTILIZAMOS internet en nuestro mundo “real”, en el metaverso, estaremos DENTRO de internet, por lo que la inmersión es una de las claves más importantes para entender este concepto.

 

El Metaverso es un mundo virtual al que nos conectaremos utilizando una serie de dispositivos que nos harán creer que realmente estamos dentro de él e interactuando con todos sus elementos. Los mundos virtuales no son nada nuevo, y existen una gran cantidad de ellos, sobre todo en el sector de los videojuegos en los que CREAS UN PERSONAJE O AVATAR, y te adentras en ese mundo a vivir aventuras a través de tu ordenador. Sin embargo, el metaverso no busca ser un mundo de fantasía, sino una especie de realidad alternativa en la que podremos hacer las mismas cosas que hacemos hoy en día fuera de casa, pero sin movernos de la habitación.

 

El concepto de metaverso por el que apuestan Facebook y otras empresas es crear un universo paralelo y completamente virtual, al que podremos acceder con dispositivos de realidad virtual y realidad aumentada, de forma que podamos interactuar entre nosotros dentro de él, y desde fuera con el contenido que tenemos dentro. Lo cierto es que Mark Zuckerberg quiere representar el inicio de una nueva etapa centrada en el metaverso y su Meta será la empresa matriz que englobe lo que ahora son la propia red social de Facebook, WhatsApp e Instagram, además existen otros proyectos como Quest, Messenger o Horizon.

 

La clave de este metaverso es que pueda ser TOTALMENTE INMERSIVO, tendremos unas gafas parecidas a las actuales para sumergirnos en él, pero también sensores que registren nuestros movimientos físicos para que nuestro avatar dentro de ese metaverso haga exactamente lo mismo que nosotros. Incluso el lenguaje corporal formará parte de estas interacciones virtuales. Otra de las principales ideas del metaverso es que tengamos una total libertad de creación para crear el entorno y nuestras actividades en él.

 

Todavía es muy pronto, y empresas como Facebook sólo están empezando a crear las infraestructuras y los primeros conceptos que lleven a un futuro donde haya dispositivos capaces de llevarnos a él. Por lo tanto, hoy por hoy no es más que un concepto, un lienzo en blanco, más que una realidad a la que podamos conectarnos hoy. De forma casi inmediata puede tener aplicaciones prácticas, como reuniones de trabajo en la que todos compartan una oficina virtual conectándose desde sus casas, y en el que todas las personas verán e interactuarán con los avatares (personajes virtuales) de los demás.

 

Un metaverso también podría tener su propia economía, con algún tipo de moneda virtual que podamos comprar con nuestro dinero real, o ganar de alguna manera dentro de las interacciones que ofrezca el propio metaverso, e incluso ofrecerá empleos a los avatares (“metatrabajadores”) que se traducirán en ganancias de la persona real mediante un cambio de divisas entre las “monedas virtuales”· a las monedas “reales” de uso cotidiano de momento pues, en definitiva, se trata más de tener “crédito” más que de tener “dinero” . El metaverso es un mundo con una realidad digital alternativa donde las personas pueden trabajar y jugar, incluso “vivir”, donde los usuarios estarán presentes virtualmente con otros y tendrán la capacidad de moverse entre espacios usando avatares y en lugar de dinero fiduciario, se usarán criptomonedas como bitcoin (entre otras), para realizar pagos. También es de esperar que el metaverso esté lleno de micropagos. Por ejemplo, pagar para cambiarle de ropa a nuestro avatar de la misma manera que pagamos por nuestra ropa. En definitiva, pagar por más cosas de las que pagamos hoy en día.

 

Y por último, buscando algo más cercano y humano, también nos permitirá interactuar con personas que están físicamente lejos de una manera más realista, mirándonos a nuestros ojos virtuales y a nuestras gesticulaciones reproducidas por los sensores del casco de realidad virtual que llevemos. Podremos hablarnos, podremos pasear por mundos virtuales, y no importará desde dónde nos conectemos. Incluso podremos expresarnos como realmente nos sentimos y no cómo somos físicamente en el mundo “real”.

 

Evidentemente, la esperanza de Facebook es que el metaverso que se imponga sea el suyo (hay otras empresas “inventando” los suyos propios) y serán los que controlen y se beneficien de todo, de la economía y de todos los negocios que se realicen dentro.

 

Actualmente, el metaverso es sólo un concepto que está empezando a construirse. La empresa Meta, antes conocida como Facebook, ha presentado la idea y anuncia fuertes inversiones para convertirla en real, pero lo cierto es que  todavía no tenemos las tecnologías que pueden hacer real ese concepto. No tenemos dispositivos de realidad virtual que realmente nos hagan movernos como si estuviéramos dentro de ese universo de forma realista. También falta toda la infraestructura en términos de diseño. Es un universo que se quiere crear, pero todavía no tiene regiones, calles ni nada, únicamente algunas habitaciones virtuales que están usándose para las primeras pruebas. Es un concepto interesante y lleno de posibilidades (no sólo de negocio para las empresas) y poco a poco iremos viendo cómo se le da forma.

 

El metaverso y los derechos laborales

Esta experiencia multisensorial y virtual está teniendo ya importantes ramificaciones en el mundo de los videojuegos, compraventa de activos, finanzas, inmobiliarias, anunciantes, grandes marcas… y, como no podría ser de otra forma, en el ámbito legal.

 

Aunque todavía es muy difícil predecir las consecuencias y ramificaciones legales que puede tener el metaverso, dada la amplitud del concepto y lo difícil que es aprehenderlo en estos momentos tan incipientes, lo que no cabe duda es que irá poco a poco surgiendo una ‘metajurisdiction’ donde se van a desarrollar infinidad de casos, al hilo del uso por parte de las empresas, ciudadanos y entidades gubernamentales de estos espacios virtuales, que se escapan a los tradicionales esquemas jurídicos y a la solución de los conflictos.

 

En el ámbito de los derechos laborales, también comenzará a debatirse, de alguna manera o de otra, una problemática particular derivada del uso que del metaverso empiecen a realizar empresas y trabajadores pues se traspasa la frontera del nómada digital para un concepto mucho más complejo del “metatrabajador” que nos resulta difícil de comprender aún.

 

También todas las instituciones afectadas por, por ejemplo, a jornadas de trabajo, horarios, desconexión digital, reuniones en el metaverso, suponen igualmente un reto que se enfrenta a la realidad jurídica más tradicional que conocemos. Ya existen ejemplos de reuniones de trabajo, en tres dimensiones, en el ámbito empresarial, que se han desarrollado con éxito. Probablemente, la solución será “algo” parecida en algunos aspectos al tratamiento al que se pueda tener ahora con el trabajo en remoto o el teletrabajo.

 

Y también habrá que tener presente cuestiones referidas al ámbito de actuación del trabajador en su esfera más privada, en relación con la protección de sus derechos fundamentales. Por ejemplo, hay ya ejemplos de sanciones disciplinarias graves por la actividad de un trabajador que crítica a su empresa en redes sociales de ámbito privado. ¿Se podrá tratar de forma similar cuando hablamos del ‘avatar’ del trabajador, tendrán posibilidad de ejercer sus derechos laborales, podrá el empresario monitorizar ese comportamiento si existe el ejercicio del derecho en un ámbito laboral, …?

 

Los sindicatos, con su protagonismo en las relaciones laborales de carácter colectivo, tendrán igualmente que valorar su papel en esta nueva realidad dónde la acción colectiva de reivindicaciones en el mundo del trabajo y social seguro que encuentran espacio en el metaverso.

 

“Todo lo que se deja al libre albedrío acaba siendo un foco de precarización”. La advertencia la lanzan desde uno de los principales sindicatos del país, en referencia a la necesidad de regular las relaciones laborales en el metaverso. Desde hace meses, existe una creciente preocupación en los gabinetes jurídicos y técnicos de las organizaciones sindicales por el devenir de los derechos de los trabajadores en una realidad virtual todavía incipiente, pero en la que aprecian un enorme potencial económico. En el Ministerio de Trabajo, de momento, observan con atención un fenómeno que saben que tarde o temprano va a plantear importantes retos en materia de regulación y esperan a disponer de precedentes en otros países para entrar de lleno en el asunto, sin descartar la posibilidad de crear una legislación ad hoc para el trabajo en el ‘mundo meta’ o, directamente, incorporar el concepto como espacio laboral en el nuevo Estatuto de los Trabajadores del Siglo XXI.

 

A los ojos de los sindicatos, el metaverso va a implicar una extensión en el ámbito de las relaciones laborales como en su día fueron las plataformas digitales y es importante ponerse manos a la obra cuanto antes para garantizar los derechos de los trabajadores

 

Los sindicatos empiezan a plantearse incluso la necesidad de incorporarse como organización al metaverso, donde va a ser necesario el asesoramiento y la defensa de trabajadores en materia laboral. Esa asistencia jurídica, sin embargo, es difícilmente planificable, porque de momento no existe una normativa específica que ordene las relaciones laborales en la realidad virtual, por eso en el movimiento sindical están empezando a surgir iniciativas para tomar este asunto en serio, porque es urgente “acotar el terreno y poner las reglas del juego”, advierten.

 

Pero las normas del juego las tienen que fijar los gobiernos y, de momento, en el Ministerio de Trabajo miran los toros desde la barrera. Desde la llegada de Yolanda Díaz se han puesto en marcha normativas pioneras como la de los repartidores de plataformas digitales o la que regula el trabajo a distancia, sin embargo, en ambos casos el equipo jurídico del Ministerio se había fijado en el despliegue normativo de los países del entorno, pero en estos momentos no hay referencias de una regulación de las relaciones laborales en el metaverso. Uno de los principales problemas que genera el mundo virtual es que la descentralidad es mundial, se traspasan los estados, lo que implica una gran complejidad jurídica a la hora de establecer leyes aplicables a ámbitos específicos. Díaz no ignora la realidad. Al contrario, es consciente de que asiste a una revolución tecnológica que va a revolucionar el mundo laboral y la esfera del derecho del trabajo. Pero, de momento, mira de reojo al fenómeno metaverso, mientras en el seno sindical cogen fuerza las voces que reclaman regular las relaciones laborales en el ‘mundo meta’ para evitar que se convierta en un nuevo foco de precarización.

 

En definitiva, las implicaciones del metaverso para la comunidad legal y su posible regulación pueden ser enormes. Todavía es pronto, pero la tendencia y el desarrollo del metaverso son imparables y en los próximos años veremos cómo los operadores legales (abogados, graduados sociales, administraciones, jueces,…) tendrán que estar atentos a las implicaciones que ello conlleva, y habrá que cambiar la mentalidad de una interpretación legal que, de momento, es aun claramente más analógica que digital.

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