El Consejo de Ministros ha aprobado este 18 de enero el real decreto que desarrolla el Plan Estatal de Acceso a la Vivienda 2022-2025 y el bono joven de ayuda al alquiler, consignado en los presupuestos con 200 millones de euros, y que se ha difundido como una de las medidas estrellas del Gobierno de cara a los jóvenes.
El plan estatal de vivienda 2022-2025 establece un nuevo paquete de ayudas para la población vulnerable, así como para los promotores de vivienda en alquiler asequible,
Además, del bono alquiler, el Consejo de Ministros también ha aprobado el Plan Estatal de Vivienda 2022-2025 que, según ha indicado Raquel Sánchez, recoge “muchas de las sugerencias de las comunidades autónomas”, respecto al borrador inicial del plan para los próximos tres años. Este contempla una financiación de 1.700 millones de euros. En conjunto, el Gobierno prevé la construcción de 100.000 viviendas, el 30% destinadas a jóvenes, y prevé que en cuatro años estén a disposición de la ciudadanía la mitad de ellas, cerca de 50.000.
El bono joven de alquiler está dirigido a los menores de 35 años que cobren un salario inferior a tres veces el Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples (Iprem).
El bono joven de alquiler se trata de una ayuda de 250 euros mensuales para jóvenes entre 18 y 35 años para facilitar su emancipación y tendrá una vigencia de dos años.
Requisitos
Para acceder a esta ayuda los solicitantes han de reunir las condiciones siguientes:
- Tener entre 18 y 35 años.
- Deberán tener ingresos económicos y estas rentas de trabajo e ingresos anuales no podrán superar los 24.318 euros brutos al año, es decir, tres veces el IPREM.
- Será una prestación económica individual, por lo que también podrán solicitarla aquellas personas que compartan una vivienda en alquiler.
- La vivienda alquilada tendrá que ser la residencia habitual de la persona solicitante del bono joven.
- La cuantía máxima del alquiler será de 600 euros al mes, aunque las comunidades autónomas podrán ampliar este límite a los 900 euros, al ser las encargadas de gestionar este bono.
- Sí el solicitante se encuentra en una vivienda donde paga el alquiler de una habitación y no de la vivienda completa, la cuantía máxima debe ser de 300 euros al mes, que las comunidades podrían aumentar hasta 450 euros.
Sin embarfo, los criterios definitivos se fijarán en la próxima conferencia sectorial entre el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) y las comunidades autónomas, como ha señalado la ministra Raquel Sánchez.
Este bono joven tendrá que destinarse única y exclusivamente al pago de la renta del alquiler y no se podrá compatibilizar con otras ayudas dedicadas al mismo fin por parte de las comunidades autónomas, entidades locales y otro tipo de administración pública. Este bono, que se concederá por un plazo de dos años, será compatible con otras ayudas de las comunidades autónomas, siempre que no supere el “40% de la renta del alquiler, descontado el bono”. Sin embargo, esta incompatibilidad no se aplicará a las personas en situación de gran vulnerabilidad y sí se podrá complementar con otras prestaciones en estos casos, como el Ingreso Mínimo Vital (IMV).
Sin embargo no será posible hacer aún la solicitud de este bono pues todavía se deben de producir negociaciones con las CCAA que son las que lo admistrarán, gestionarán y abonarán, por lo que esta medida no estará disponibles hasta dentro de “un mes y medio o dos meses como máximo“. No obstante, este bono entrará en funcionamiento con carácter retroactivo desde el 1 de enero de 2022 y se calcula que llegará a apenas 70.000 jóvenes
Según el INE hay 9.266.039 en esa franja de edad de entre 18 y 35 años. Sólo el 1,7% de personas jóvenes emancipadas (2.571.380) podrá beneficiarse de este Bono Joven ayuda, es decir unos 45.000 jóvenes emancipados.
El precio medio de un alquiler en ciudades como Madrid o Barcelona (de una vivienda de unos 80 euros por metros cuadrado) es de 1.345 euros en Barcelona y de 1.186 euros en Madrid, por lo que los alquileres que estén cercanos a la media ya no podrían optar al bono que como máximo se amplía a 900 euros en las comunidades que lo consideren. Solo el 17,7% de la oferta de Barcelona se encuentra por debajo de los 900 euros y solo el 29% de la oferta de Madrid es de 900 euros o menos. El porcentaje de pisos compartidos con una renta menor a 300 euros es del 24,1% en Madrid y tan solo del 8,2% en Barcelona.