En su informe, publicado este martes, el Banco de España coincide con la AIReF y con Fedea en que la capacidad recaudatoria de la reforma será menor que la que prevé el Gobierno, por lo que avisa de un riesgo de que las cuentas del sistema no cuadren y sea necesario activar más medidas de ajuste, entre ellas, un alza extra de las cotizaciones.
Así, el Banco de España vuelve a criticar y a poner en duda la reforma de las pensiones, esta vez con un informe donde rebaja la incidencia del incremento de las contribuciones sociales aprobado por el Gobierno en 2023. Para la autoridad monetaria, el aumento de las cotizaciones incluido en la última reforma de pensiones tan solo “elevará los ingresos de la Seguridad Social un 0,6% del PIB en 2030 y un 0,9% en 2050, por debajo del 1,1% estimado por el Gobierno para ese último ejercicio”.
Hay que recordar que la última reforma de pensiones pretende incrementar los ingresos de la Seguridad Social para afrontar el mayor gasto derivado de la jubilación de los baby boomers en las décadas de los 30 y los 40. A tal fin, la reforma contempla un aumento de las cotizaciones, de implantación progresiva, por tres vías: subida de las bases máximas de cotización por encima de la inflación entre 2024 y 2050; una cuota de solidaridad para la parte de los salarios más altos que no cotiza a la Seguridad Social, en vigor en 2050; y la sobrecotización que establece el Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI) entre 2023 y 2050.
Tres vías de subida de las cotizaciones
– MEI. El alza de cotizaciones que conlleva el MEI afecta a todos los trabajadores por igual, pero ya que los sueldos medios son los más numerosos, serán estos los que más aporten al sistema. Según el informe del Banco de España, el incremento de los recursos de la Seguridad Social derivado del MEI ascenderá a algo menos del 0,5% del PIB a partir de 2029, momento en el que el tipo de cotización alcanzará una cuantía constante del 1,2%.
– Cuota de solidaridad. La cotización adicional fijada en la reforma para los salarios que excedan de la base máxima arrojará un incremento gradual de los recursos de la Seguridad Social a lo largo del horizonte de proyección hasta situarse en el entorno de una décima del PIB, según el Banco de España.
– Subida de las bases máximas de cotización a un ritmo superior al IPC. Esta tercera vía de cotizaciones tendría un impacto recaudatorio del 0,1% del PIB en 2030, que iría creciendo hasta alcanzar el 0,3% del PIB en el año 2050
INGRESOS PREVISTOS POR COTIZACIONES SOCIALES 2023-2050
Precisamente, una de las advertencias del Banco de España apunta al esfuerzo extra de cotización que recaerá, especialmente, sobre los sueldos medios, si las cuentas de la Seguridad Social se desvían del objetivo de ingresos/gastos en los próximos años. Textualmente, el supervisor señala que “el Real Decreto-ley 2/2023 ha introducido una cláusula de ajuste que podría llevar a una elevación del mecanismo de equidad intergeneracional a partir de 2026, en la medida en que el gasto en pensiones promedio proyectado para el futuro se desvíe de un valor de referencia y no se aprueben medidas adicionales de contención del gasto o de crecimiento de los ingresos. En tales circunstancias, el incremento de los tipos de cotización efectivos sería mayor en los tramos salariales por debajo de la base máxima de cotización”.
La autoridad monetaria detalla que el mecanismo de ajuste funciona de la siguiente manera: desde marzo de 2025 y cada tres años, la AIReF deberá calcular el impacto medio anual en el período 2022-2050 de las medidas de ingresos aprobadas desde 2020. Si esta evaluación arroja que dichas medidas alcanzan el 1,7% del PIB, no será necesario adoptar nuevas actuaciones si el gasto en pensiones en el promedio 2022-2050 no excede del 15% del PIB. Este nivel de referencia aumenta o disminuye en los mismos puntos porcentuales en los que se desvíe el impacto de las medidas de ingresos con respecto al 1,7%.
Ahora bien, si el nivel de gasto en pensiones excede el nivel de referencia, el Gobierno elevará al Pacto de Toledo una propuesta para corregir la desviación, que puede contemplar medidas de ingresos, de gastos o de ambos. Si no hay acuerdo parlamentario, el MEI aumentaría automáticamente el 1 de enero del año siguiente en la cuantía necesaria para compensar un 20% de la desviación.
Así afecta el alza de cotización según salario bruto
En su informe, la autoridad monetaria realiza una simulación, según la cual, el aumento del tipo efectivo de las cotizaciones sociales variará entre 0,8 puntos y 1,6 puntos en 2025 y entre 1,2 puntos y 11,3 puntos en 2050.
Los aumentos más elevados se concentrarían en la parte alta de la distribución de la renta, de forma que los salarios brutos en torno a 60.000 euros aumentarían sus cuotas sociales en una proporción mayor bajo el esquema de cotizaciones establecido en 2025, mientras que las remuneraciones en torno a 80.000 euros incrementarían en mayor medida sus cuotas con el diseño fijado en el año 2050.
En los casos en que el salario permanezca por debajo de la base de cotización máxima, el tipo efectivo se terminaría estabilizando. De acuerdo con la evolución proyectada, la base de cotización máxima, que asciende a 53.946 euros en 2023, superaría en 2033 los 60.000 euros en términos reales. De este modo, a partir de ese año, los salarios de 60.000 euros, que hasta entonces habrían experimentado subidas en el tipo efectivo por el aumento paulatino de la base máxima, verían interrumpirse dichas subidas al caer por debajo de esta, apunta la institución.
Solo 1,3 millones (el 6,8%) cotizan por la base máxima
El organismo que gobierna Hernández de Cos advierte de que la subida de la base máxima tendrá un impacto “desigual” entre trabajadores y empresas, ya que los trabajadores en edades medianas y con mayor cualificación y las grandes empresas tienen de manera más frecuente bases de cotización topadas por el máximo legal.
Según el Banco de España, en 2021 había unos 1,3 millones, el 6,8% del total de afiliados a la Seguridad Social, cotizantes por la base máxima, con predominio de hombres y de edades medianas. Así, el porcentaje de afiliados cotizantes por la base máxima supera el 8% en los trabajadores de entre 44 y 63 años, frente a menos del 3% entre los menores de 30 años. Además, los cotizantes por la base máxima son relativamente más numerosos en las empresas grandes. En particular, suponen el 2,4% en empresas de entre 1 y 9 trabajadores, mientras que alcanzan el 9,7% y el 13,8% en empresas con entre 50 y 499 trabajadores y con al menos 500 empleados, respectivamente.
Por sectores, la proporción de trabajadores cotizantes por la base máxima más elevada se encuentra en las industrias de servicios financieros; actividades de consultoría de gestión empresarial; actividades relacionadas con servicios informáticos, y actividades sanitarias. En estos cuatro sectores, las ratios de trabajadores sujetos a la base máxima son del 54,4%, 20,2%, 19,3% y 17%, respectivamente.
El informe del Banco de España avisa también de que algunas sociedades de gran tamaño se enfrentarían a los mayores incrementos de costes laborales como consecuencia del aumento de la base de cotización máxima y del recargo establecido sobre la parte salarial por encima de ella.
ENLACE AL INFORME DEL BANCO DE ESPAÑA