El Banco de España ha presentado recientemente el informe “Los efectos del salario mínimo interprofesional en el empleo: nueva evidencia para España”.
En el informe alertan del gran impacto negativo sobre el empleo que tuvo la subida del SMI en el año 2019.
Hay que recordar en primer lugar que la subida del SMI realizada en 2019 destacó por su cuantía (22%, hasta 900 euros con 14 pagas al año, o 1.050 con 12 pagas), la mayor en términos porcentuales llevada a cabo en España desde 1978.
Menor crecimiento del empleo
Del análisis del Banco de España se desprende que, tras el incremento del SMI en dicho año, hubo un menor crecimiento del empleo del colectivo con menores salarios.
El artículo desarrolla varios ejercicios alternativos centrados en el impacto sobre los grupos de trabajadores a los que va dirigida la reforma del SMI, que sugieren un mayor impacto adverso sobre el empleo de los colectivos de mayor edad y una reducción más acusada de las horas trabajadas y del flujo de creación de empleo para los jóvenes.
Finalmente, utilizando datos de la hostelería, el artículo aborda las dificultades a la hora de identificar de manera inequívoca un grupo comparable a los trabajadores cuyo salario se sitúa en el SMI y de cómo esta circunstancia obliga a ser cautelosos en la interpretación de los impactos estimados.
- Principales conclusiones
Según el informe:
La cifra de las relaciones laborales retribuidas por debajo de los 1.250 euros mensuales experimentó, tras la subida del SMI, una moderación inmediata en el diferencial entre su tasa de crecimiento y la de un colectivo que percibía una remuneración algo mayor con anterioridad a esa fecha.
Además, esa caída del citado diferencial se fue agravando a lo largo de 2019.
La estimación del impacto del incremento del SMI en el empleo para el episodio analizado en España sería consistente con una pérdida de empleo neta de los trabajadores directamente afectados de entre 6 y 11 pp, lo que equivaldría en este caso a un impacto en el empleo asalariado total de entre 0,6 y 1,1 pp.
Esto supone una elasticidad del empleo de los afectados al incremento del SMI de entre –0, 3 y –0, 5, lo que implica que, por cada punto porcentual de subida del SMI, se produciría un menor crecimiento del empleo de los trabajadores directamente afectados entre 0,3 y 0,5 pp.
Este efecto podría estar reflejando la operativa de dos canales diferentes:
En primer lugar, podría ser que los trabajadores con menor salario perdieran el trabajo con mayor probabilidad a lo habitual tras la subida del SMI.
En segundo lugar, y aunque no hubiera habido cambios en los despidos, la creación de empleo a esos niveles salariales se podría haber visto reducida sin haber sido compensada con nuevos puestos de trabajo a salarios algo superiores.
La estimación de estos efectos para colectivos particulares a partir de datos individuales indicaría que ambos márgenes habrían podido contribuir a la destrucción neta de contratos observada.
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