En 1.851 municipios españoles, un 25% total, hay más jubilados que personas trabajando allí afiliadas a la Seguridad Social. La cifra sube hasta un tercio de los municipios del país (2.129) si se incluyen las localidades donde la relación es de un trabajador por cada jubilado. Se trata a veces de pequeños pueblos donde se han quedado solo los mayores ya pensionistas. O ciudades dormitorio donde los que trabajan, lo hacen en ciudades vecinas, a las que van cada día y donde constarán como afiliados
Es la foto que surge del cruce de los datos de pensiones y de empleo a nivel local, obtenidos y analizados por EL PAÍS. Se trata de cifras oficiales de afiliados a la Seguridad Social y de pensiones de jubilación en vigor a octubre de 2018, que solicitó el senador socialista Francisco Javier Oñate a través de una respuesta parlamentaria, accesible en la página web del Senado.
Esa realidad, la de un país envejecido y con un problema de despoblación y empleo concentrado en un puñado de municipios, es también la base del sistema de pensiones que, administrado a través de una caja única estatal de la Seguridad Social, intenta mantener la solidaridad entre las diferentes partes del territorio a pesar de sus diferencias.
De media, hay 2,2 personas que aportan al sistema de cotizaciones de la Seguridad Social por cada pensionista. A nivel regional, hay solo cuatro comunidades (Madrid, Canarias, Baleares y Murcia, según un reciente informe del BBVA) donde las aportaciones al sistema son más que las pensiones redistribuidas. En los municipios, a menudo esa proporción se acerca al cero. En Galicia, el ratio de trabajadores por pensionista no alcanza la relación ‘uno a uno’ en el 57% de las localidades. En Asturias, en el 45%.
La situación es muy diferente en Andalucía o Murcia, donde a menudo se dobla el dato nacional. Aquí, sin embargo, las pensiones de jubilación medias son las menos cuantiosas, contrariamente a lo que ocurre en las comunidades del norte, País Vasco incluido. Se trata, en gran medida, del legado del sector industrial o agrícola de cada zona.
Los datos analizados no se refieren a residentes, sino a trabajadores registrados en empresas con la sede en esos municipios. Tampoco recogen la fuerte estacionalidad del empleo, ya que se refieren a un mes en concreto. Es por ello que en lugares como Figueruelas (Zaragoza) constan 8.500 afiliados y poco más de mil habitantes oficiales. Una situación que se explica por los empleados de la fábrica de Opel en la localidad, registrados en ese municipio. Estos trasvase de trabajadores a otras ciudades son los que llevan a la existencia de ciudades dormitorio en todo el país.