BRUSELAS DESCARTA SANCIONES A ESPAÑA SI CEOE SE QUEDA FUERA DE LA REFORMA LABORAL Y PENSIONES

La Comisión ve “crucial” que España busque el “más amplio consenso” en las reformas para su implementación efectiva

 

El descuelgue de las patronales CEOE y Cepyme al Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI), que contempla una subida de cotizaciones entre 2023 y 2032 consensuada de forma bipartita por el Gobierno con los sindicatos, hizo saltar las alarmas sobre una posible sanción a España por no cerrar al completo la reforma con todo el diálogo social.

 

Sin embargo, fuentes oficiales de Bruselas confirman que la Comisión Europea “está satisfecha con el enfoque de España de involucrar a los agentes sociales y buscar el más amplio consenso en el paquete de reformas incluidas en su Plan nacional de Recuperación y Resiliencia”. Se descartan así las sanciones en caso de que CEOE se quede fuera de las reformas.

 

Asimismo, fuentes de Moncloa remarcan que lo acordado con Bruselas en el marco del Plan de Recuperación es que en las reformas de pensiones y del mercado laboral “habría margen para negociar con los agentes sociales“, pero en ningún caso que éstas tuviesen que ser consensuadas de forma obligatoria para poder cumplir los hitos y objetivos y recibir los fondos europeos.

 

Ningún documento de la Comisión Europea plantea sanciones por ello”, remarcan desde el Ejecutivo, que recuerdan, en cualquier caso, que CEOE sí se sumó al pacto del grueso de los aspectos de la primera parte de la reforma de pensiones el pasado mes de julio, al margen de que ahora el punto relativo al MEI se haya. acordado solo con los sindicatos. Desde el Ministerio de la Seguridad Socia llegan a calificar de “absurdo” la polémica sobre las posibles sanciones teniendo en cuenta que el MEI es un “pequeño elemento” que desarrolla sólo un elemento del acuerdo de julio al que sí se sumó CEOE.

 

Las fuentes comunitarias señalan que establecerán su evaluación oficial del logro de hitos y objetivos cuando evalúe lo propio, después de que España haya solicitado ya el primer desembolso de 10.000 millones de euros tras el primer anticipo de 9.036 millones en agosto.  Bruselas descarta así apercibir a España en el caso de que el Gobierno cierre las reformas de pensiones o laboral, actualmente en negociación en ambos casos, solo con la firma de sindicatos pero sin la rúbrica de los empresarios, aunque hace un llamamiento al consenso.

 

Lo cierto es que en el Plan de Recuperación el Gobierno fija, en lo referido al plan de pensiones, que “apoyándose en el amplio consenso parlamentario sustanciado en la aprobación de las recomendaciones del marco del Pacto de Toledo, se propone la puesta en marcha de un paquete de medidas complementarias entre sí que serán elevadas al diálogo social”, enfatizando que la experiencia internacional muestra como las reformas duraderas y efectivas en el ámbito de las pensiones han de surgir del más amplio consenso”.

 

Lo cierto es que desde el Gobierno se afanan en cada una de sus intervenciones por apelar al consenso también con la CEOE y por insistir una y otra vez en la “enorme responsabilidad” y la importancia del diálogo social tras 12 acuerdos firmados en el último año y medio.

 

PENSIONES: DESCUELGUE DE LA CEOE POR EL MEI

En lo relativo a la reforma de pensiones, el Gobierno acordó el pasado mes de julio el anteproyecto de ley para la revalorización de las pensiones, que recoge su indexación con arreglo al IPC, así como medidas para asegurar la sostenibilidad del sistema, como incentivos a retrasar la jubilación, penalizaciones a la jubilación anticipada o el traspaso de 18.000 millones de ‘gastos impropios’ en la Seguridad Social con una transferencia del Estado al sistema.

 

Entre los flecos que quedaron pendientes se encontraba el denominado mecanismo de equidad intergeneracional (MEI), que sustituye al polémico factor de sostenibilidad de la reforma de pensiones de 2013 del Gobierno, derogado con la nueva ley y que ajustaba las pensiones conforme a la esperanza de vida. El MEI supone una subida de cotizaciones a la Seguridad Social de 0,6 puntos porcentuales entre 2023 y 2032, en un 83% a asumir por las empresas (0,5 puntos) frente a la menor carga en la cuota de los trabajadores (0,1 puntos), con el fin de hacer frente a la presión del gasto en pensiones de la generación de los ‘baby boomers’, unos 14 millones de personas nacidos entre 1958 y 1977

 

Sin embargo, el Comité Ejecutivo de CEOE rechazó la propuesta del MEI del Gobierno por ser “insuficiente, que no garantiza el equilibrio del sistema y que necesitará medidas adicionales en el futuro para asegurar su sostenibilidad”. CEOE y Cepyme alertaron en un comunicado conjunto que aumentar las cotizaciones sociales y hacer que la mayor carga recaiga sobre las empresas tiene “efectos negativos sobre el empleo y va en dirección contraria a lo que necesita el sistema público de pensiones”. Los expertos estiman que la medida de subir cotizaciones aportará entre 20.000 y 30 millones para 2032, mientras que Escrivá lo cifra en 42.000 millones.

 

Garamendi quiso referirse a que “algún miembro del Gobierno ha dicho que nos hemos levantado de la mesa y nosotros no nos hemos levantado de ninguna mesa“. Puntualizó que CEOE se negó a firmar el acuerdo para subir las cotizaciones sociales durante diez años que el Gobierno suscribió finalmente solo con los sindicatos, y que eso “es muy diferente a levantarse de la mesa”. Garamendi agregó que cuando el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, “ha dicho que no hemos aportado nada, es que no tenemos que aportar nada”.

 

Otra de las polémicas referidas a la reforma de pensiones, en este caso sobre la segunda parte que se abordará en 2022, es la ampliación del periodo de cálculo de las pensiones. El Ejecutivo se comprometió en el acuerdo operacional a aprobar antes del 30 de junio de 2022 el anteproyecto de ley que elevará los años de cotización para calcular la pensión y que la norma esté en vigor antes de que finalice el próximo año. Escrivá sostiene que una posibilidad es permitir que los trabajadores puedan elegir los años que más le convengan, mientras que los sindicatos ya han mostrado su oposición a “cualquier medida que recorte pensiones”.

 

REFORMA LABORAL

Antes de que concluya el año el diálogo social tiene la difícil tarea de terminar de cerrar la reforma para la modernización del mercado de trabajo, la reforma laboral y principal medida de la legislatura del Ejecutivo de Pedro Sánchez, que tras ocho meses de negociaciones deberá cerrarse sí o sí para su aprobación antes de que concluya el año, tal y como está comprometido por España en el marco del Plan de Recuperación.

 

Las negociaciones se suceden y CEOE mantiene su ‘no’ ante las propuestas del Gobierno, sobre todo en lo relativo a la temporalidad. El último borrador plantea limitar la temporalidad en plantillas al 4% en pymes y al 8% en la gran empresa, así como fijar un plazo máximo de 3 meses en los contratos temporales y tener que transformarlos en fijos a los 5 meses. También baraja un recargo de hasta 28 euros en las cotizaciones a las empresas que den de baja a contratos temporales, para evitar esa práctica en fines de semana y Navidades, algo a lo que se oponen también en CEOE por tratarse de un recurso “necesarios”, por ejemplo para los camareros extra en determinados eventos.

 

Más allá de lo que se negocie en la mesa de diálogo social, en el componente 23 referido a la reforma laboral se plantea reducir a tres los tipos de contratos laborales; uno “estable” para el conjunto de las actividades, otro “temporal” para las que tengan esa naturaleza y un tercero “de formación o prácticas” para la inserción, en particular, en el mercado laboral.

 

Junto a ello, se prevé la creación de un mecanismo permanente para la formación y recualificación de trabajadores en procesos de ajuste empresarial, tanto de carácter transitorio ante caídas de demanda significativas, como estructural ante procesos de reconversión sectorial que exijan la adaptación de los trabajadores o la transición hacia otro tipo de trabajos o sectores. A este respecto, el Gobierno señala en el documento que sobre la base de la experiencia del mecanismo de ERTE, se dispondrá de un instrumento permanente de ajuste interno en las empresas, lo que ha dado como fruto el mecanismo RED, rechazado por ahora tanto por patronal como por con sindicatos.

 

El paquete de reforma comprometido con Bruselas también prevé la modernización de las políticas activas de empleo, así como la simplificación y racionalización de los incentivos a la contratación, de acuerdo con el análisis de la autoridad fiscal independiente (AIReF), además de evisar la regulación de las subcontratas y lograr una adecuada articulación de las condiciones aplicables al trabajo por cuenta ajena y por cuenta propia (autónomos).

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