En España el bipartidismo político lo conforman la hegemonía de dos partidos, tras el hundimiento de UCD (Unión de Centro Democrático): el Partido Socialista Español y el Partido Popular.
El actual presidente del Gobierno, Pedro Sánchez anunció el pasado lunes 29 de mayo el adelanto de las elecciones generales al próximo domingo 23 de julio tras asumir personalmente la debacle del PSOE el 28-M. En estas elecciones, Sánchez se juega la presidencia, sobre todo, a manos de su oposición más fuerte: el Partido Popular. Una lucha de fuerzas que se viene dando desde hace décadas en España.
En cualquier caso, hay que tener en cuenta que a lo largo de los más de 100 años de existencia del PSOE y de los casi 50 desde que se creó el Partido Popular, ambos partidos políticos han ido evolucionando.
Origen del Partido Socialista Obrero Español
El pasado 31 de mayo, el actual presidente del gobierno, Pedro Sánchez, recordaba en el Congreso de los Diputados la historia de su partido: “Nuestro partido no lo fundaron siete ministros de una dictadura con financiación de unos cuantos banqueros. El PSOE se formó en un bar. 25 trabajadores, un marmolista y un zapatero. Esa es la gente a quien representamos y a quien defendemos”.
De hecho ellos mismos en su página web indican que: “El Partido Socialista se fundó clandestinamente en Madrid, el 2 de mayo de 1879, en torno a un núcleo de intelectuales y obreros, fundamentalmente tipógrafos, encabezados por Pablo Iglesias.”
“El PSOE fue así uno de los primeros partidos socialistas que se fundaron en Europa, como expresión de los afanes e intereses de las nuevas clases trabajadoras nacidas de la revolución industrial.”
En cuanto a la evolución del partido, el PSOE se fue mostrando a comienzos del siglo XX más afín al sistema democrático y buscó hacer pactos con partidos burgueses, de tal forma que se produjo una escisión dentro del propio partido y se funda el Partido Comunista Español en 1921.
Origen del Partido Popular
Ellos mismos recogen en su página web el resumen del origen de su formación de la siguiente manera:
“Los orígenes del Partido Popular se remontan a Alianza Popular, una formación que nació en el marco de la Transición como una unión de distintas corrientes de la derecha democrática y reformista.” El principal impulsor de esta confederación fue Manuel Fraga Iribarne, quien meses antes de la fundación de Alianza Popular en 1976 había sido elegido como líder de Reforma Democrática. Fraga, otrora ministro de Información y Turismo y padre de la Constitución fue nombrado presidente de esta coalición en 1979, tras haber ejercido de secretario general durante dos años.”
En 1982, el ascenso de la candidatura de Alianza Popular encabezada por Manuel Fraga llevó al partido a liderar la oposición frente al Gobierno socialista de Felipe González. Antonio Hernández Mancha sustituiría a Fraga en la presidencia dos años antes de que se iniciase el proceso de refundación que culminó como punto de inicio del Partido Popular en 1989. Fraga retomó entonces provisionalmente las riendas del partido para pilotar esta refundación.
LOS GOBIERNOS DEL PSOE
FELIPE GONZALEZ (2 diciembre 1982-5 mayo 1996)
JOSE LUIS RODRIGUEZ ZAPATERO (17 abril 2004-21 diciembre 2011)
PEDRO SÁNCHEZ (2 junio 2018-….)
Recordemos que los socialistas que ganaron hace hoy 40 años las elecciones con 202 diputados muchos de ellos (Alfonso Guerra, Joaquín Leguina o Rodríguez Ibarra) hoy defenestrados por el actual PSOE que abomina de ellos y destruye su legado histórico. En su publicidad “40 años de democracia, 40 años de progreso”, conmemora las cuatro décadas de la llegada del PSOE al poder, pues asocia el advenimiento de la democracia a España con esa primera victoria electoral del PSOE en una elecciones generales. Si con la aprobación de la Constitución España no accedió a la categoría de país libre, ¿cómo es posible que se celebraran las elecciones del 28 de octubre de 1982 que dio paso nada menos que a un Gobierno de izquierdas con un 48 % de los votos? ¿Eramos una democracia o no lo éramos?.
La Transición no solo fue una operación política, sino también una experiencia histórica de reconciliación entre españoles. La Constitución de 1978 es su fruto. Antes se promulgó la Ley de Amnistía de 1977. Desde hace décadas, sin embargo, el PSOE, primero con Zapatero y ahora con Sánchez, promueve leyes de Memoria que pretenden dictar una única verdad oficial, la suya, la del Partido Socialista, desde la que juzgar retrospectivamente los acontecimientos más dramáticos del siglo XX español.
Resulta llamativa la visión tan optimista que tiene el PSOE sobre su propia trayectoria, dado que el Partido Socialista, entre otras acciones, colaboró activamente con la dictadura de Miguel Primero de Rivera e impulsó en 1934 un golpe de Estado contra la Segunda República (la llamada “revolución de Asturias”). Entre sus principales figuras destacan políticos tan controvertidos como Francisco Largo Caballero, que a sí mismo se hacía llamar el ‘Lenin Español’.
FELIPE GONZALEZ
(2 diciembre 1982-5 mayo 1996)
Felipe González Márquez (Sevilla, 5 de marzo de 1942) fue secretario general del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) desde 1974 hasta 1997 y tercer presidente del Gobierno de España entre 1982 y 1996. Se incorporó al PSOE en 1964 y al año siguiente finalizó sus estudios de Derecho . En el Congreso de Suresnes de 1974 del PSOE renovado (escisión del PSOE dirigido por Rodolfo Llopis), Felipe González fue elegido secretario general del PSOE. Ya en democracia, obtuvo su primer acta de diputado en 1977 y fue el candidato del PSOE a la presidencia del Gobierno en 1977, 1979, 1982, 1986, 1989, 1993 y 1996.
Tras obtener el PSOE la mayoría absoluta en las elecciones de 1982, fue investido presidente del Gobierno. Su mandato de trece años y medio fue el período más largo de un jefe de Gobierno de la democracia en España. Bajo su dirección el PSOE logró dos mayorías absolutas consecutivas: la de 1982, con 202 diputados en el Congreso, y en 1986, elecciones en las que obtuvo 184 diputados; asimismo, en 1989 obtuvo 175 diputados, exactamente la mitad de los que componen el hemiciclo. En 1993 el PSOE perdió la mayoría absoluta, requiriendo el apoyo de Convergència i Unió para la formación de gobierno. Tras las generales de 1996, en las que el PSOE resultó derrotado al lograr 141 diputados frente a los 156 que consiguió el Partido Popular, González salió de la presidencia del gobierno. Fue elegido diputado por última vez en 2000, año en el que concurrió a las elecciones por la circunscripción electoral de Sevilla.
Durante su última etapa de gobierno se sucedieron los escándalos de corrupción (casos de Mario Conde en Banesto, Flick, SEAT, Intelhorce, Caso Roldán, entre otros). Además, salió a la luz pública el terrorismo de estado (GAL), en que se vieron involucrados miembros de su gobierno.
Al final de su mandato las condiciones de la economía española eran objetivamente malas: 3,5 millones de parados, 5,5% de déficit público y una deuda de 60 billones de pesetas (360 000 millones de euros). A partir de 1994 el país ya iniciaba una recuperación económica, pasándose de una recesión del 1,1% del PIB en 1993 a un crecimiento económico del 2%. Del mismo modo, el nivel de inflación, que cerró 1993 en el 4,9%, pasó entre 1994 y 1996 al 3,5%. Por su parte, el paro, que en el primer trimestre de 1994 alcanzaba la tasa del 21,92%, pasó a situarse, en el último trimestre completo de la presidencia de González, el primero de 1996, en el 20,04%. Entre otros logros, en los catorce años de gobierno de Felipe González se consiguió: la implantación del Estado de Bienestar, una reforma integral del ejército, la entrada de España en la Comunidad Económica Europea (actual Unión Europea), la universalización de la sanidad y educación, etc…
JOSE LUIS RODRIGUEZ ZAPATERO
(17 abril 2004-21 diciembre 2011)
José Luis Rodríguez Zapatero (Valladolid, 4 de agosto de 1960) fue el quinto presidente del Gobierno de España después de la Transición, entre 2004 y 2011. Miembro del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), ejerció como secretario general de este entre 2000 y 2012. Fue diputado en la iii, iv, v, vi, vii, viii y ix legislaturas del Congreso.
Durante su primer mandato, al que llegó tras la victoria del PSOE en las elecciones generales de 2004, las principales medidas de su gobierno fueron la retirada de las tropas españolas de Irak, el envío de tropas a Afganistán y la promoción de la Alianza de Civilizaciones. La estabilidad política y económica durante su primer mandato permitió el desarrollo de un programa progresista con acciones como la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo, la ley de la promoción de la autonomía personal y atención a las personas en situación de dependencia, la ley para la igualdad efectiva entre mujeres y hombres, la creación de los Juzgados de Violencia sobre la Mujer, la Ley Orgánica de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género, una nueva regularización de inmigrantes, la implementación de una serie de ayudas a las familias desfavorecidas, el intento de proceso de paz con ETA, la ley antitabaco y la reforma de varios Estatutos de Autonomía, notablemente el Estatuto de Cataluña.
Su segundo mandato, iniciado tras las elecciones generales de 2008, estuvo intensamente marcado por el impacto de una crisis económica global mucho más grave y profunda de lo previsto por su gobierno y por la mayoría de organismos económicos internacionales. Este periodo de recesión, agravado por el colapso del sector financiero y por la debacle del sector inmobiliario (principal motor económico y laboral de España en los quince años previos), conllevó un brusco deterioro de la economía nacional y un rápido crecimiento del desempleo (que llegó a superar los cinco millones de parados). En el Comité Federal del PSOE celebrado el 2 de abril de 2011 anunció que no se presentaría como candidato a unas hipotéticas elecciones en 2012, renunciando así a un posible tercer mandato. Finalmente, el 29 de julio de 2011 anunció un adelanto electoral para el 20 de noviembre de ese mismo año. Un mes antes de las elecciones, el 20 de octubre, la organización terrorista ETA anunció «el cese definitivo de su actividad armada».
PEDRO SÁNCHEZ
(2 junio 2018-….)
Pedro Sánchez Pérez-Castejón (Madrid, 29 de febrero de 1972) es el actual presidente del Gobierno de España. Es secretario general del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) desde 2017, cargo que ya había desempeñado entre 2014 y 2016.
Licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales por el Real Centro Universitario María Cristina de El Escorial y doctor en Economía y Empresa por la Universidad Camilo José Cela, su carrera política la comenzó como concejal en el Ayuntamiento de Madrid, entre 2004 y 2009. Diputado en el Congreso en la ix y x legislaturas, en 2014 sucedió a Alfredo Pérez Rubalcaba al frente de la secretaría general del PSOE, y en 2015 y 2016 fue el candidato propuesto por su partido a la Presidencia del Gobierno. Tras las elecciones generales de junio de 2016, en medio de una crisis del partido inducida por la tesitura de postular un gobierno alternativo a Mariano Rajoy o abstenerse ante la investidura de este último, Sánchez, contrario a la segunda opción, se vio forzado a dimitir como secretario general del PSOE; más tarde también renunciaría a su acta de diputado. En junio de 2017 retornó a la secretaría general del partido tras imponerse en primarias a Susana Díaz y a Patxi López.
Tras el éxito de la moción de censura contra Mariano Rajoy de 2018, Sánchez fue investido presidente del Gobierno en junio de ese año. Volvió a ser investido presidente del Gobierno en enero de 2020, tras un acuerdo para la formación de un gobierno de coalición entre el PSOE y Unidas Podemos.
Por su orientación ideológica de corte Estatista, el Partido Socialista tiende en sus Ejecutivos a las subidas de impuestos, los déficits elevados, el incremento de la deuda pública. Trascurrido el tiempo, los resultados de estas políticas suelen ser crisis económicas, cierres de empresas y elevadas tasas de desempleo.
La economía fue el talón de Aquiles de Felipe González, que en 1994 salió de La Moncloa dejando 3,5 millones de personas en las oficinas de desempleo (por encima del 20% de la población activa), un 5,5 % de déficit público, una deuda de 360.000 millones de euros y la Seguridad Social en quiebra. La presión fiscal estaba en porcentajes del 36 %; los mayores del actual periodo democrático. El malestar social era muy intenso, tal y como pusieron de manifiesto tres huelgas generales.
El saldo que arroja la gestión de José Luis Rodríguez Zapatero no es mejor. El político leonés abandonó en 2011 anticipadamente el Gobierno de España con la economía al borde del rescate por la Unión Europea; había cinco millones de personas en paro (el 22 % de la población) y el déficit público rondaba los 80.000 millones de euros. Fuertes protestas sociales acompañaron la salida de Zapatero de la Moncloa.
En cuanto a Pedro Sánchez, el actual presidente tiende a responsabilizar de la actual situación económica de España a dos causas ajenas a su control: la pandemia y la guerra de Ucrania. Sobre su presidencia no puede realizarse una valoración definitiva, dado que aún no ha llegado a su fin, pero hoy en día la política económica de Sánchez transmite sensaciones de improvisación.
Durante el Gobierno de Pedro Sánchez, y por primera vez en la historia de España, el peso del sector público, que consume el 51,5 % del PIB, ha superado al del sector privado. La retórica del Gobierno camufla el Estatismo presentando las ayudas e intervenciones públicas como gestos de solidaridad. Nadie niega a estas alturas el efecto benéfico que genera el Estado del Bienestar sobre el conjunto de la sociedad. El socialismo, sin embargo, va más allá. Las transferencias de dinero público, tal y como las realiza el PSOE, propician que segmentos cada vez más amplios de la población tengan una dependencia estructural del Estado. Porque el PSOE, además de subvenciones y ayudas, diseña en paralelo una serie de políticas (elevados impuestos, laberínticas legislaciones, burocratización intensa y constante) que en la práctica frustran las iniciativas de la sociedad.
Un ejemplo de estas políticas puede comprobarse en el momento presente. Pedro Sánchez suele expresar en público su preocupación por los vulnerables; por las personas que más sufren el efecto de la inflación. Sin embargo, el Ejecutivo socialista se niega a corregir el impacto de su presión fiscal pues gracias a la inflación aumenta la recaudación del Estado.
El PSOE no percibe que la unidad de España favorece el crecimiento económico y la justicia social y aliándose con partidos nacionalistas de corte medievalizante, xenófobo o revolucionario –PNV, Junts, ERC, Bildu– que son lo opuesto a los intereses que la socialdemocracia afirma defender.
De ahí que Zapatero en 2004 manifestase en el Senado que «la nación es un concepto discutido y discutible». Fue Zapatero el que puso en marcha la reforma de Estatuto de Cataluña, que ha creado en España la más grave crisis institucional desde la Transición. Y Pedro Sánchez con su ‘Coalición Frankenstein’ –apodada así por Alfredo Pérez Rubalcaba– acepta los votos de Bildu.
El PSOE ha protagonizado los casos de corrupción más sonados de la política española y, en algunas ocasiones, por el volumen económico del escándalo, también del conjunto de la política europea. Los más célebres han sido Ibercorp (gobernador del Banco de España), Filesa (financiación irregular del PSOE), Roldán (director de la Guardia Civil) y Fondos Reservados; todos en tiempos de González.
El caso Morodo, sobre los nexos entre el PSOE y el régimen chavista de Venezuela durante la etapa de José Luis Rodríguez Zapatero, continúa pendiente de aclaración. Más reciente es el caso ERE, por el que el Tribunal Supremo ha condenado a dos expresidentes del PSOE, Manuel Chaves y José Antonio Griñán, ambos también expresidentes autonómicos de Andalucía. En el caso ERE se repartieron 679 millones de euros arbitraria e ilegalmente; era dinero público destinado a personas desempleadas.
El PSOE ha reforzado el sistema de la Seguridad Social, y ha sacado adelante leyes tan necesarias como las de dependencia, ingreso mínimo vital, transición energética y violencia de género. Pero el PSOE poco a poco ha perdido el favor mayoritario de los votantes. Ahora, para gobernar el conjunto del país, se ve en la paradoja de tener que pactar con partidos minoritarios que no esconden su radicalismo antisistema ni la voluntad de ruptura de la unidad nacional. Gobernar con los amigos del desgobierno parece una contradicción y, efectivamente, lo es.
Lo cierto es que hoy España vive una situación de crisis constante, que al malestar económico solapa el aventurerismo político. Dos acontecimientos súbitos e inesperados –la pandemia y una guerra a las puertas de Europa– han hecho que la situación tome un giro de imprevisibles consecuencias. El tronco mayoritario de la sociedad comienza a añorar, de manera todavía confusa, pero con creciente fuerza, la sensatez y capacidad de concordia de la que España hizo gala en la Transición. Formar parte del problema o de la solución, en el caso del PSOE, dependerá de su capacidad para leer los signos del tiempo futuro con la misma habilidad que demostró en el pasado.
LOS GOBIERNOS DEL PP
JOSÉ MARÍA AZNAR (4 mayo 1996-15 marzo 2004)
MARIANO RAJOY (20 diciembre 2011-1 junio 2018)
El Partido Popular (PP) es el partido político español situado entre el centroderecha y la derecha política. Fue fundado el 20 de enero de 1989 para sustituir a la antigua Alianza Popular (AP). Entre los años 1996 y 2004, así como entre los años 2011 y hasta 2018, fue el partido que ocupó el Gobierno de España, bajo los mandatos de José María Aznar y Mariano Rajoy, respectivamente.
Remonta sus orígenes a 1976, cuando se produjo la conformación de Alianza Popular, una federación de 7 organizaciones políticas lideradas por sendos altos cargos de la dictadura franquista: Manuel Fraga (Reforma Democrática), Cruz Martínez Esteruelas (Unión del Pueblo Español), Federico Silva Muñoz (Acción Democrática Española), Laureano López Rodó (Acción Regional), Enrique Thomas de Carranza (ANEPA), Gonzalo Fernández de la Mora (Unión Nacional Española) y Licinio de la Fuente (Democracia Social), los bautizados como «siete magníficos», que acabó deviniendo en un partido propiamente dicho presidido por Fraga. A él se incorporaron en 1989, durante el proceso del IX Congreso de Alianza Popular y en los meses inmediatamente posteriores, el Partido Liberal y la mayoría de cuadros de la Democracia Cristiana. El cambio de denominación a Partido Popular se aplicó respecto del Partido Unido de Alianza Popular, inscrito en el entonces Registro de Asociaciones Políticas del Ministerio de la Gobernación en esa fecha; no sobre la Federación de Alianza Popular.
JOSÉ MARÍA AZNAR
(4 mayo 1996-15 marzo 2004)
José María Aznar estudió Derecho en la Complutense de Madrid, entró a formar parte del funcionariado del Ministerio de Hacienda en 1976. El 17 de enero de 1979, se afilió a Alianza Popular (AP). El 22 de junio de 1985 alcanzó la presidencia de AP en Castilla y León. AP pasa a llamarse Partido Popular (PP). En 1989 es confirmado como candidato a la Presidencia del Gobierno
Además de la crisis económica que se había iniciado en la segunda mitad de 1992, Felipe González tuvo que hacer frente a la aparición de nuevos escándalos, que se tradujeron en un duro enfrentamiento con la oposición, tanto del Partido Popular como de Izquierda Unida, por lo que el cuarto mandato socialista sería conocido como la «legislatura de la crispación».
El 19 de abril de 1995, un mes antes de los comicios autonómicos, Aznar sufrió un atentado terrorista con coche bomba cuando viajaba con su vehículo. El blindaje del automóvil le salvó la vida. El atentado se atribuyó al comando Madrid de la banda terrorista ETA.
VI LEGISLATURA
El 3 de marzo de 1996, se celebran elecciones generales, en las que la victoria fue para el PP, pero no por el amplio margen que se esperaba pues sólo superó al PSOE en 300.000 votos —9,7 millones frente a 9,4 millones— y se quedó lejos de la mayoría absoluta —consiguió 156 diputados, 15 más que el PSOE. El estrecho margen de votos no permitía gobernar en solitario y el Partido Popular (PP) estuvo en un tris de no poder formar Gobierno y para asegurar la gobernabilidad del Estado, Aznar tuvo que pactar acuerdos bilaterales con los partidos nacionalistas de centro-derecha: Convergencia y Unión (CiU), el Partido Nacionalista Vasco (PNV) y Coalición Canaria (CC).
El Partido Popular accedió al poder heredando una situación política delicada tras los escándalos de Banesto, el de KIO, Grand Tibidabo, Filesa, Ibercop, el de Gabriel Urralburu en Navarra y el de Manuel Oller en Andalucía, el del director general de la Guardia Civil Luis Roldán y el del gobernador del Banco de España. Y una economía con grandes problemas, 3 279 600 parados (alrededor del 20,04 % de la población activa) en el primer trimestre de 1996, último del Gobierno de Felipe González.
Las primeras medidas a tomar del nuevo gobierno se basaron en la liberalización de la economía, reducir el déficit público e intentar el cumplimiento de las condiciones impuestas en el Tratado de Maastricht para lograr la entrada de España en el primer grupo de países en adoptar el euro. A mediados de 1996 solo se cumplía la referida a los tipos de interés, Quedaban por cumplir las exigencias con respecto a la inflación (menos de un 2,7 %) el tipo de interés a largo plazo (inferior al 7,8 %), el déficit de las administraciones públicas (menos del 3 %) y la deuda pública (menor del 60 %). España finalmente tras cumplir todas las condiciones, ingresó en el grupo de cabeza de los países del euro en diciembre de 1997.
Basándose en estos objetivos se contuvo el gasto público reduciendo el déficit de las Administraciones Públicas del 6,6 % en 1996 al 1 % del PIB en 2000, se congelaron las retribuciones en el sector público, se frenó el aumento de los presupuestos que a partir de entonces en diferencia a la gestión socialista crecería por debajo del crecimiento real de la economía. Se impuso la liberalización de precios. Se liberalizó el mercado de las telecomunicaciones, se reguló la televisión por cable y se liberalizó la telefonía móvil. Se iniciaron medidas de liberalización del suelo, buscando la calificación del suelo no urbanizable que se determinase solo en función de criterios medioambientales y paisajísticos. Una sentencia del Tribunal Constitucional, tras un recurso del PSOE, lo impidió.
Se privatizaron numerosas empresas públicas, como Argentaria, Enagás, Repsol, Endesa y Telefónica en un primer grupo, muchas de las cuales generaban gastos, si bien otras funcionaban de manera satisfactoria. Posteriormente se privatizarían las empresas que todavía eran totalmente públicas en su totalidad, Aceralia, Tabacalera y finalmente Iberia o Santa Bárbara, reduciendo la participación bursátil del Estado en la capitalización del mercado español del 10,87 % en 1996 al 0,52 % en 2004. En 1999 se llevó a cabo una reforma fiscal rebajando el Impuesto sobre la Renta en un 13,7 % de media; debido a ello cinco millones de personas dejaron de presentar declaración. La oposición criticó la reducción de la carga fiscal y las privatizaciones. Durante la primera legislatura la tasa anual del crecimiento del Producto Interior Bruto fue del 4,2 % 1997-1999 y 4,1 % en 1999-2000.
Durante esta legislatura, en cumplimiento del acuerdo alcanzado con Convergència i Unió y pese a no haberlo llevado en el programa electoral para las elecciones generales de 1996, el gobierno promulgó la Ley 17/1999, de 18 de mayo, por la cual se suspendería el servicio militar obligatorio (SMO, conocido como la «mili») el 31 de diciembre del año 2002. En 1996, 145 940 jóvenes tuvieron que realizar el servicio militar obligatorio.
Durante el primer año de gobierno popular, se transfirieron nuevas competencias al Gobierno Vasco, favoreciendo un aparente entendimiento entre PNV y PP que tuvo como representación la buena relación entre Álvarez-Cascos y Xabier Arzalluz, aunque con discrepancias en la política antiterrorista
Un año después del nacimiento del espíritu de Ermua el PNV negocia secretamente con ETA una tregua, que se iniciaría el 18 de septiembre de 1998. Estos hechos motivaron la rotura del apoyo mutuo entre PNV y PP, rompiéndose los pactos de gobierno conjuntos en el País Vasco como el del ayuntamiento de Bilbao. La pérdida del apoyo del PNV en el Congreso no tuvo consecuencias directas, puesto que el PP siguió contando con el apoyo de CiU y CC, en total 176 escaños. Durante 1998 y 1999, en el tiempo que duró la tregua de ETA, se acercaron 135 presos de la banda a cárceles vascas, y se mantuvo una reunión entre representantes del gobierno y ETA en Zúrich. Una vez finalizado el proceso ETA inició una ofensiva contra ediles y cargos públicos del PP.
Como consecuencia directa de la nueva estrategia seguida por el PNV, PP y PSE-EE iniciaron una nueva etapa de entendimiento en el contexto vasco. La controversia y enfrentamiento entre PNV y PP y PSE-EE influiría notablemente en la vida política española
Jaime Mayor Oreja, originario del País Vasco, fue el ministro del Interior durante la primera legislatura del PP. Durante su gestión se desarticularon numerosos comandos etarras, y a partir de 1998 se inició un nuevo frente contra ETA. Las operaciones policiales se dirigieron no solo a la detención y desarticulación de la «mano ejecutora» de asesinatos, secuestros y extorsiones, si no que se ampliaron hacia la investigación de todo el entorno y las estructuras «legales» de las que ETA se nutría y en las que se apoyaba para continuar con su actividad violenta.
VII LEGISLATURA
El 12 de marzo de 2000, el PP de José María Aznar obtuvo la mayoría absoluta en las elecciones legislativas, con una participación del 69,98%; logró 183 escaños (y 127 senadores). El PSOE perdió 16 actas de diputados respecto a los comicios anteriores y se quedó con 125 escaños (y 61 senadores).
Se produjo un aumento de las ayudas a víctimas del terrorismo y en 2000, y a propuesta del Secretario General del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, PP y PSOE firmaron el denominado Pacto por las libertades y contra el terrorismo, que excluía los asuntos relacionados con el terrorismo del debate político entre ambas formaciones. En 2002, se ilegalizó Batasuna, así como Segi y Jarrai. Progresivamente el número de muertos por terrorismo etarra disminuyó gradualmente hasta no producirse ningún muerto desde junio de 2003 hasta más allá del final de la legislatura.
El 30 de agosto de 2003 Aznar confirmó su compromiso anunciado años atrás de no continuar como líder del partido. A propuesta suya, se eligió al entonces vicepresidente del Gobierno, Mariano Rajoy, para ser candidato a la Presidencia del Gobierno de España y Presidente del partido.
Es en esta última etapa donde el gobierno dirigido por Aznar sufre un mayor desgaste fruto de la presión de la oposición de izquierdas y nacionalista en torno a sucesos como la reforma laboral (que fue objeto de una huelga general), el hundimiento del petrolero Prestige o la Guerra de Irak .
Durante las legislaturas del Gobierno del Partido Popular se adoptaron nuevas medidas para regular la inmigración irregular, como fomentar los acuerdos de repatriación y convenios internacionales relativos a control de flujos migratorios de 3 en 1996 a 25 en 2004 con los países africanos; también se aumentó el número de plazas en centros de internamiento de inmigrantes de 552 a 2622 en 2002. En todo caso, el número de inmigrantes empadronados creció de 542 314 en 1996 a 3 034 326 en 2004.
La oposición le reprochó al gobierno popular la creación de leyes ad hoc para determinados colectivos, grupos de interés económico y personas concretas, como por ejemplo, el Real Decreto-Ley 3/2000 que estableció la desfiscalización de terminadas operaciones realizadas en el régimen especial de tenencia de valores extranjeros.
Aznar se fijó como tareas básicas de su gestión económica el recorte del déficit de las cuentas del Estado, liquidar deudas, asfixiar la inflación y estimular la actividad generadora de empleo: España tenía entonces una la tasa de paro del 22,9%. Para lograr este objetivo, Aznar aplicó una política económica neoliberal: la desregulación normativa, la reducción del peso del Estado en la economía, la eliminación de altos cargos de la administración, la privatización general de las empresas públicas y el hincapié en la liberalización monetaria empezando por una bajada de los tipos de interés.
Al finalizar 1997, España había cumplido los criterios de convergencia fijados en el tratado de Maastricht para acceder a la Unión Monetaria el 1 de enero de 1999, con una inflación en el entorno del 2 %, un déficit público por debajo de los límites de Maastricht y unos tipos de interés inferiores al 5 %. El reverso de la medalla de estos éxitos económicos era el alto nivel de paro que afectaba a una de cada cinco personas en edad de trabajar. No obstante, entre enero y septiembre de ese mismo año se crearon 317.200 puestos de trabajos netos y la tasa de desempleo se redujo hasta el 20,55 %.
Aznar y el secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero firmaron el Acuerdo por las Libertades y contra el Terrorismo o Pacto Antiterrorista. Este pacto sirvió de marco para posteriores actuaciones como la Ley de Partidos Políticos.
La política antiterrorista del gobierno del PP reafirmó el nacionalismo español. Para el PP España no era una «una nación de naciones» y menos aún un «Estado plurinacional» sino una «nación única», aunque pluricultural, «diversa culturalmente».
Desmarcándose de la política exterior europeísta que España había priorizado hasta entonces, Aznar apostó por una línea de corte atlantista que representó un claro acercamiento al presidente estadounidense George W. Bush, especialmente a raíz de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York.
MARIANO RAJOY
(20 diciembre 2011-1 junio 2018)
Rajoy nació en Santiago de Compostela es licenciado en derecho por la Universidad de Santiago de Compostela. A los veintitrés años se convirtió en el registrador más joven de España hasta la fecha. Su primer cargo político, cuando era miembro de Alianza Popular, fue un escaño el Parlamento de Galicia en 1981. Ocupó numerosos cargos, tanto en Galicia como en los dos gobiernos de José María Aznar. Fué cinco veces ministro y vicepresidente del Gobierno entre 2000 y 2003. En 2003 fue propuesto por Aznar como su sucesor al frente del Partido Popular y fue líder de la oposición parlamentaria durante los dos mandatos (2004-2008 y 2008-2011) del Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero.
El jueves 11 de marzo de 2004, tres días antes de la fecha señalada para la celebración de las elecciones generales, estallan en Madrid diez bombas en cuatro trenes de cercanías causando la muerte a 191 personas e hiriendo a más de 1.500. Era el mayor atentado terrorista de la historia española y europea. Inicialmente se pensó que había sido obra de ETA, sospecha que confirmó el ministro del Interior Angel Acebes pocas horas después. Sin embargo, la investigación de la policía pronto se inclinó por la pista del terrorismo islamista vinculado a Al-Qaeda, aunque el gobierno mantuvo que la principal hipótesis seguía siendo ETA.
Durante los días siguientes al atentado, se desató una fuerte polémica sobre su autoría, inicialmente atribuida a ETA por el gobierno de José María Aznar. Este extremo sería descartado poco después, al confirmarse que los autores materiales de la masacre estaban vinculados al terrorismo islamista. Algunos medios de la derecha continuaron manteniendo la tesis de la autoría de ETA, conocida en la prensa como la “conspiranoia” (conspiración + paranoia) y sus defensores como los “conspiranoicos”.
Parece que Aznar no manipuló deliberadamente la información oficial sobre los atentados terroristas de Madrid. La primera información policial que aquel día llegó al Gobierno apuntaba a ETA. Cuando comenzaron a llegar datos que apuntaban en dirección contraria a la hipótesis de ETA, la bola de nieve ya no podía detenerse sin transmitir la sensación de que el Gobierno había mentido y que rectificaba a marchas forzadas, impelido por el miedo de perder las elecciones. Era muy difícil modular el mensaje.
Ante la confusión sobre la autoría del atentado, unos 11 millones de personas salieron a la calle exigiendo «queremos saber la verdad». Miles de manifestantes se concentraron ante las sedes del PP acusando al gobierno de «ocultar la verdad» y exigiendo «saber la verdad antes de votar», además de proferir gritos de «No a la guerra». A las 8 de la tarde compareció el ministro Acebes para informar de la detención de cinco marroquíes. Cuatro horas más tarde volvió a comparecer para comunicar que se había hallado un vídeo en el que un árabe reivindicaba el atentado en nombre de Al-Qaeda.
En las elecciones de 2004, celebradas tres días después de los atentados terroristas del 11-M en Madrid, Mariano Rajoy fue derrotado en las urnas por el candidato del PSOE José Luis Rodríguez Zapatero. Entre los tres días que acontecieron entre los atentados y la victoria socialista, se acusó y se acusa aún hoy en día, a varios miembros del entonces gobierno popular de declarar en varias ocasiones que había indicios para pensar que ETA había colaborado a cabo la matanza. Mientras tanto, en pleno día de reflexión electoral, se celebraron manifestaciones ante sus sedes acusándoles de mentir, hecho que no fue condenado por la Junta Electoral Central ni por los demás partidos. Posteriormente, tras avanzar la investigación, se descubrió la implicación de una célula islamista radical en el atentado. En tan agitados comicios, el PP obtiene 148 diputados con el 37,71 % de los votos frente a los 164 del PSOE con el 42,59 %.
El PP fue partido mayoritario de la oposición parlamentaria, con Rajoy como líder de la oposición. Se fue progresivamente desmarcando de los acuerdos con otras fuerzas políticas, sean de una u otra ideología, y en ocasiones marginado, como ocurrió desde finales de 2003 con el Pacto del Tinell, en asuntos como la reforma de la justicia o en las conclusiones de la Comisión del 11-M. Incluso un socialista fue elegido presidente del Senado, en donde el Partido Popular tenía mayoría simple.
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X LEGISLATURA
Como resultado de la victoria de su partido por mayoría absoluta en las elecciones generales del 20 de noviembre de 2011 se convirtió en el sexto presidente del Gobierno de la democracia española. Renovó mandato para una segunda legislatura tras ser investido por el Congreso de los Diputados y por mayoría simple el 29 de octubre de 2016. Su presidencia terminó tras la moción de censura que los socialistas registraron el 25 de mayo de 2018 como consecuencia de la sentencia del Caso Gürtel, que consideraba probado que el Partido Popular se había beneficiado a título lucrativo de dicha trama de corrupción desde 1989
Como consecuencia de la crisis económica y de la actuación del gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero durante la misma, se produjo un descalabro en las expectativas electorales del PSOE y un incremento de las del PP, algo que se confirmó el 20 de noviembre de 2011 en las elecciones generales anticipadas en que el PP logró una mayoría absoluta que le permitió acceder 8 años después al gobierno de la nación con Mariano Rajoy.
Nada más constituirse el nuevo gabinete, se acordaron medidas para reducir déficit público que superaba el 8 % del PIB, por encima del límite pactado por Rodríguez Zapatero con la Comisión Europea que consistían en una reducción del gasto público en unos 8.900 millones de euros y una subida de impuestos del IRPF y el IBI. Además los sueldos de los funcionarios siguieron congelados, se disminuyeron las subvenciones a partidos políticos y sindicatos y se congelo el SMI.
El 10 de febrero de 2012 se presentó la reforma laboral con el objetivo de frenar la destrucción de empleos y mejorar la economía del país, que fue duramente criticada por la oposición y los sindicatos por aspectos como el abaratamiento del despido. A finales de julio de 2014, el Banco de España anunció que el PIB había subido un 0,5 % en el II trimestre, encadenándose cuatro trimestres consecutivos de crecimiento.
XI LEGISLATURA
Las elecciones generales de diciembre de 2015 dibujaron un escenario en el que ningún partido político tenía los escaños necesarios para investir a un presidente del Gobierno por sí mismo. Los 123 escaños del Partido Popular (PP) sumados hipotéticamente a los 40 de Ciudadanos no eran suficientes para dar la mayoría simple que garantizase la investidura de Mariano Rajoy en segunda votación. Por ello, el PP propuso la búsqueda de un pacto con el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) (90 escaños) para que se abstuviesen en segunda vuelta y dejaran, de esta manera, gobernar a la lista más votada. Sin embargo, el PSOE se desmarcó de esta posibilidad: su dirección decidió por unanimidad que no apoyarían la investidura de Rajoy como presidente del Gobierno, aunque comprendían que el PP intentase formar gobierno por ser el partido más votado
El Rey le ofreció al presidente del PP, Mariano Rajoy, proponerle como candidato a la presidencia del Gobierno, por encabezar la lista más votada en las elecciones. No obstante, Rajoy declinó la propuesta, al no contar en ese momento con los apoyos necesarios para garantizar su investidura. En su entrevista con el rey, Pablo Iglesias le propuso, ante la sorpresa del PSOE, un gobierno de izquierdas en coalición, donde la presidencia recaería en Pedro Sánchez y la vicepresidencia en Iglesias, propuesta que Sánchez rechazó. Ante la negativa de Rajoy, el rey se vio obligado a buscar un nuevo candidato.
El 27 de enero el rey inició una segunda ronda de consultas. Al término de la misma, el presidente del Congreso, Patxi López, anunció en nombre del rey que el nuevo candidato propuesto era el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, por encabezar la candidatura del segundo partido más votado.
El 4 de marzo Pedro Sánchez se presentó en el Congreso para buscar la confianza de la cámara, para lo que necesitaba una mayoría simple. El resultado de la segunda votación de investidura se saldó con 131 votos a favor, 219 votos en contra y ninguna abstención. Todos los partidos repitieron el sentido de su voto dos días antes, a excepción de Coalición Canaria, que en esta ocasión apoyó al candidato. Al no alcanzarse la mayoría simple, el Congreso de los Diputados no otorgó la confianza al candidato. Fue la primera vez en la historia de la democracia española que el candidato propuesto por el rey no obtuvo la confianza de la cámara.
Prácticamente transcurridos los dos meses legalmente previstos para investir presidente desde el primer intento, y antes de convocar nuevamente elecciones, el rey realizó una tercera ronda de consultas con los representantes de los partidos políticos para valorar la posibilidad de intentar una nueva investidura dentro del citado plazo. Tras concluir esta ronda de contactos, el rey constató la imposibilidad de proponer a ningún candidato con posibilidades reales de obtener las mayorías requeridas en el Congreso para investir a un presidente del Gobierno. El 3 de mayo se disolvieron las Cortes Generales y se convocaron nuevas elecciones para el 26 de junio de 2016.
XII LEGISLATURA
Después de que el Partido Popular ganara por mayoría simple las elecciones generales de junio de 2016, el Congreso le otorgó su confianza a Rajoy como presidente del segundo Gobierno el 29 de octubre con la abstención del PSOE.
El 1 de octubre de 2017, se desarrolló un referéndum ilegal sobre la independencia de Cataluña tras los votos a favor del 6 de septiembre. La jornada se calificó por algunos medios como «el mayor desafío a la que se enfrentó la democracia española» Las votaciones no tuvieron ninguna garantía jurídica ni se verificaron por ningún órgano independiente. Además, el 10 de octubre, el Presidente de la Generalitat catalana, Puigdemont, compareció para hacer una declaración unilateral de independencia. Tras todo lo anterior, el 21 de octubre, Rajoy anunciaba que aplicaría el Artículo 155 de la Constitución española para intervenir la autonomía de Cataluña en la que se cesó a todo el gobierno de la Generalitat y se convocó elecciones autonómicas inmediatas para el 21 de diciembre de 2017.
En mayo de 2018 la Audiencia Nacional condenó al PP como partícipe a título lucrativo de la trama Gürtel, entendiendo que la organización se enriqueció de la trama de corrupción «en perjuicio de los intereses del Estado».
La gestión económica de la crisis, que Rajoy consideró su seguro de vida político, contrasta con la que ha hecho de la crisis catalana: tras judicializarla, y a base de quietismo pues “No tomar ninguna decisión ya es tomar una decisión” sería una máxima de Rajoy y se convirtió en una crisis de Estado, temporalmente parcheada con la aplicación del artículo 155 en Cataluña.
Por último, su súbito adiós ha sido propiciado por la sentencia del caso Gürtel, que condenaba al PP como partícipe a título lucrativo en la mencionada trama corrupta (y que fue precedida de otros casos. Con todo, la regeneración económica y la corrupción (que habría restado al PP el 40% de votos en dos años) son probablemente lo más loable y lo más censurable que nos legó Mariano Rajoy en su balance como sexto presidente del gobierno de la España democrática.
MOCIÓN DE CENSURA. LEGISLATURAS XII, XIII y XIV
El 25 de mayo de 2018, el PSOE registró en el Congreso de los Diputados la moción de censura contra Mariano Rajoy en la que se proponía como candidato a la presidencia del Gobierno a Pedro Sánchez, y contaba con la firma de los 84 diputados socialistas. Sánchez declaró que establecería un gobierno «de transición», para cuanto antes, convocar elecciones generales anticipadas.
El 1 de junio de 2018 se votó la moción de censura, resultando exitosa con 180 votos a favor, por lo que Rajoy debió presentar su dimisión al rey. Al día siguiente Sánchez prometió el cargo ante el rey. Se convirtió así en el primer presidente español que no era diputado desde que se restableció la democracia en 1977.
El primer Gobierno Sánchez fue el Gobierno de España desde junio de 2018 hasta enero de 2020. El Gobierno cesó el 30 de abril de 2019 por la celebración de elecciones generales pero continuó en funciones durante toda la XIII legislatura debido a que ningún candidato consiguió ser investido presidente del Gobierno durante la misma. El 10 de noviembre se celebraron elecciones generales para la XIV legislatura. El Gobierno continuó en funciones hasta el día 13 de enero de 2020, día en el que tomaron posesión los ministros entrantes del Segundo Gobierno Sánchez.
El segundo Gobierno Sánchez es el actual Gobierno de España desde enero de 2020. Pedro Sánchez fue investido presidente del Gobierno por el Congreso de los Diputados después de que el PSOE ganara por mayoría simple las elecciones generales de noviembre de 2019 que dieron comienzo a la XIV legislatura de España.
Tras el acuerdo de gobierno conjunto entre el PSOE y Unidas Podemos, el segundo Gobierno Sánchez se convirtió en el primer gobierno central de coalición en la moderna historia democrática española, puesto que esta situación no tenía lugar desde la Segunda República. También pasó a ser el primer ejecutivo integrado por ministros del Partido Comunista de España desde ese mismo periodo.
(No se incluye a Pedro Sánchez, pues su mandato aún no ha finalizado)